Se estima que es uno de los mayores vertederos de África Oeste, a él van a parar a diario toneladas de basura procedentes de todo Dakar, estas formarán una nueva capa de las montañas de desechos que junto con el humo de la materia en descomposición y de las hogueras conforman un paisaje apocalíptico.
En medio de esta fotografía conviven en su día a día miles de personas, recolectores de materiales reciclables se juegan la salud y la vida por el pago ínfimo que compañías extranjeras de todo el mundo dan a cambio de los kilos de plástico que durante largas jornadas se encargan de separar del resto de materiales.
La prostitución, el tráfico de drogas y todo tipo de negocios han surgido con los años en el interior del vertedero, transformando Mboubos en una pequeña ciudad con sus propias leyes y autoridades, donde la mayor parte de sus habitantes solo lucha por ganar lo justo para poder alimentar a su familia un día más.
Pese a las numerosas propuestas de reforma del vertedero, el futuro aún es incierto, ya un acuerdo que satisfaga a políticos, ciudadanos y sobretodo recolectores de Mboubos no resulta fácil de alcanzar.
It is estimated to be one of the largest landfills in West Africa, to which tons of garbage from all over Dakar are going daily, these will form a new layer of waste mountains that together with the smoke of decaying matter and the bonfires form an apocalyptic landscape.
In the middle of this photograph live in their daily lives thousands of people, collectors of recyclable materials are played health and life by the smallest payment that foreign companies from around the world give in exchange for the kilos of plastic that during long days are Separate from the rest of the materials.
Prostitution, drug trafficking and all kinds of business have emerged over the years in the landfill, transforming Mboubos into a small town with its own laws and authorities, where most of its inhabitants struggle only to earn just enough to To be able to feed his family one more day.
Despite the numerous proposals for landfill reform, the future is still uncertain, and an agreement that satisfies politicians, citizens and above all collectors of Mboubos is not easy to reach.
